I
Risas de luz entre macetas alcohólicas de la noche,
no es lo que tengo
es lo que soy,
y la noche me trae los recuerdos acuclillados en la espiral del ombligo,
y la risa se cuela ranura en la despensa,
y un par de potros trotan al muro armando ciscos de costado,
trabuco de corteza
que traduce palabras a través de cristales trovados.
Dobla la maceta sus ojeras de borracha.
II
La vista se relaja en el olvido, en las mandíbulas trabucadas,
en el eco de la noche cortejando el aquelarre.
Un beso de María
se regaló para siempre,
y en su vaivén de flujos el despertar del hambre,
el grito evocándose de ganas;
en el cúmulo de las horas se atascarán las risas
y doblarán las horas
manipulando el sacro sepulcro con tapas de metal y caucho.
Soy lo que soy con viceroy.
La cruz y el campo descartan la mañana.
III
Labrando el ladrillo, ladrando, columpiando carcajadas
y rezando alcohol por las arterias, ventriculando el aire,
se escurren los cántaros de la escritura.
Una riada de duodenos esparciéndose en la sartén,
un río de milongas en el compás,
una tarde sedienta
testigo cuadrando la mesa sin esperas en el trabuco de una noche,
¡pandeluz de cerveza¡
vamos a mojar las ganas y a comernos los trucos con canicas.
Colillas de humo marchitas
se encharcarán las ideas de las latas.
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4 comentarios:
Que bueno el recuerdo de esa noche en la terraza de Mabel, parece que haga mucho tiempo... os echo de menos.
Besos
Carmen
Si, lo pasamos francamente bien, y aquí quedan estos esquisitos fiambres como recuerdo... ¿Cuando repetimos?
En agosto me quedo cuidandole el chalet a mi madre en la cañada, y aunque esté un poquito lejos se esta MUY BIEN allí, me encantaría que vinierais, en realidad estaré desde el último de julio, lo organizamos por fa??
carmen
en agosto me apunto a lo que sea, y si es repetirlo en mi casa también, que buenos recuerdos
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