lunes, 6 de julio de 2009

animales



Animal busca, al fondo del bolsillo, las llaves en el bolso, una moneda, unos ojos de calorcito que no se pegue.

Busca animal energía, inteligencia, trabajo, y otra lengua menos densa de mañana.

Mira animal, observa mientras extiende las manos ciegas, sueña tener lo que tiene, mirar lo que mira, tocar lo que toca, animal sueña tonto busca.

Animales atados a un cordón umbilical, al nudo del instinto, a la sensibilidad de las vértebras, tropezado animal consigo mismo.

Que la vida es difícil, que la muerte da miedo cosido a los pasos de un acomplejado ciempiés, a la víscera del llanto y a las paredes de un corazón que late incluso en verano.

Animal suspira fuerte si le tocan, acaricia una mano ciega a un pie sordo, silencia la verborrea y suspira, enciende el cordón umbilical y el calorcito sube por la traquea hasta hinchar el pecho, dejar caer la cabeza y anudar el instinto a otro animal, vertebrado.


Carmen

4 comentarios:

María Peiró dijo...

No importa lo que hagamos; lavándonos la cara, charlando con los amigos o indagando sobre el cosmos y su origen, el animal subyace y nos domina.

Loredhi dijo...

Animal de jugos gástricos...

Clara Rincon dijo...

Animalitos... siempre en el fondo mismo de la vida... mordiendo siempre... ofreciéndonos a la vez su suave pelaje.

Anónimo dijo...

Os siento cerca de la palabra, poetas, tal vez aquello de que el verano no era epoca para la poesía no iba con nosotras. Os mando un beso desde mi cascarón, grande

Inés