lunes, 6 de abril de 2009

PSICOLITERATURA

Mujeres del mundo:

Después de el psicoanálisis o la terapia cognitivo-conductual, vamos a darle vida a una nueva corriente psicológica, o a una nueva vertiente literaria, según se mire. Vamos a crear la psicoliteratura. Para ello he confeccionado un test de aproximación. ¿ Alguna valiente se atreve a desnudar su alma y responderlo? Vamos a ello:
¿ Alguna vez pasaste una noche entera escribiendo hasta el amanecer?
¿ Alguna vez escribiste bajo los efectos del alcohol? ¿ Cómo fue el resultado?
¿ Has volcado alguna frustración en tus escritos? ¿ Te atreverías a decirnos cuál?
¿ Has convertido alguna vez a esa “persona especial” en un personaje de tus escritos?
¿ Qué carácteristicas de tu personalidad son las que muestras en tus escritos?
¿ Crees que autor y narrador pueden ser personas totalmente diferentes, o piensas que uno absorve al otro y que el otro absorve al uno?
¿ Alguna vez escribiste sobre aquello que desearías alanzar y todavía no has conseguido?
¿ Qué es para ti la ensoñación?
¿ Alguna vez confundiste la realidad con la ficción que tu misma habías creado?
¿ Qué te produce más placer, un orgasmo o crear un texto del que realmente te sientes orgullosa?
¿ Te gustaría dejarlo todo y poder dedicarte sólo a escribir, o piensas que la vida es literatura y mucho más?
¿ Vivir para escribir o escribir para vivir?
¿ Qué síntomas notas cuando estás en periodo de absticencia literaria?
¿ Alguna vez pensaste: No volveré a escribir nunca más?

Ahora imagina que eres un personaje, que tu vida es una novela y que cada día es una página en blanco que escribir.
Imagínate describiendo los espacios que ves y en los que se desarrolla tu historia. Describe mentalmente a las personas que te acompañan, los dialogos, los conflictos, las emociones que emergen diariamente.
Imaginate siendo la narradora, una voz en off narrando dentro de tu cerebro. Practica este ejercicio durante varios dias y después responde a esta pregunta: ¿ Verdad que nuestra propia vida es algo interesante?

REYES GÓMEZ PÉREZ

5 comentarios:

La Náusea dijo...

"¿ Verdad que nuestra propia vida es algo interesante?"

He pensado lo siguiente: para que el suceso más trivial se convierta en
aventura, es necesario y suficiente contarlo. Esto es lo que engaña a la gente; el
hombre es siempre un narrador de historias; vive rodeado de sus historias y de
las ajenas, ve a través de ellas todo lo que le sucede; y trata de vivir su vida como
si la contara.
Pero hay que escoger: o vivir o contar. Por ejemplo, cuando estuve en
Hamburgo con aquella Erna de quien yo desconfiaba y que me temía, llevé una
vida extraña. Pero estaba metido, y no lo pensaba. Y una noche, en un pequeño
café de San Pauli, Erna me dejó para ir al lavabo. Me quedé solo; un fonógrafo
tocaba Blue Sky. Empecé a contarme lo que había pasado desde mi desembarco.
Me dije: “La tercera noche, al entrar en un dancing llamado la Gruta Azul, vi a
una mujer alta, medio borracha. Y a esa mujer estoy esperando, y vendrá a
sentarse a mi derecha, y rodeará mi cuello con sus brazos”. Entonces sentí con
violencia que tenía una aventura. Pero Erna volvió, se sentó a mi lado, rodeó mi
cuello con sus brazos y la detesté sin saber bien por qué. Ahora comprendo:
había que empezar a vivir de nuevo, y la impresión de aventura acababa de
desvanecerse.
Cuando uno vive, no sucede nada. Los decorados cambian, la gente entra y
sale, ¿o es todo? Nunca hay comienzos. Los días se añaden a los días sin ton ni
son, en una suma interminable y monótona. De vez en cuando, se saca un
resultado parcial; uno dice: hace tres años que viajo, tres años que estoy en
Bouville. Tampoco hay fin: nunca nos abandonamos de una vez a una mujer, a
un amigo, a una ciudad. Y además, todo se parece: Shangai, Moscú, Argel, al
cabo de quince días son iguales. Por momentos —rara vez— se hace el balance,
uno advierte que está pegado a una mujer, que se ha metido en una historia
sucia. Dura lo que un relámpago. Después de esto, empieza de nuevo el desfile,
prosigue la suma de horas y días. Lunes, martes, miércoles. Abril, mayo, junio.
1924, 1925, 1926.
Esto es vivir. Pero al contar la vida, todo cambia; sólo que es un cambio que
nadie nota; la prueba es que se habla de historias verdaderas. Como si pudiera
haber historias verdaderas; los acontecimientos se producen en un sentido, y
nosotros los contamos en sentido inverso. En apariencia se empieza por el
comienzo: “Era una hermosa noche de otoño de 1922. Yo trabajaba con un
notario en Marommes”. Y en realidad se ha empezado por el fin. El fin está allí,
invisible y presente; es el que da a esas pocas palabras la pompa y el valor de un
comienzo. “Estaba paseando; había salido del pueblo sin darme cuenta; pensaba
en mis dificultades económicas”. Esta frase, tomada simplemente por lo que es,
quiere decir que el tipo estaba absorbido, taciturno, a mil leguas de una aventura,
precisamente con esa clase de humor en que uno deja pasar los acontecimientos
sin verlos. Pero ahí está el fin que lo transforma todo. Para nosotros el tipo es ya
el héroe de la historia. Su taciturnidad, sus dificultades económicas son más
preciosas que las nuestras: están doradas por la luz de las pasiones futuras. Y el
relato prosigue al revés: los instantes han cesado de apilarse a la buena de Dios
unos sobre otros, el fin de la historia los atrae, los atrapa, y a su vez cada uno de
ellos atrae al instante que lo precede. “Era de noche, la calle estaba desierta”. La
frase cae negligentemente, parece superfina; pero no nos dejamos engañar y la
ponemos a un lado; es un dato cuyo valor comprenderemos después. Y sentimos
que el héroe ha vivido todos los detalles de esa noche como anunciaciones, como
promesas, y que sólo vivía las promesas, ciego y sordo a todo lo que no
anunciara la aventura. Olvidamos que el porvenir todavía no estaba allí; el
individuo paseaba en una noche sin presagios, que le ofrecía en desorden sus
riquezas monótonas; él no escogía. He querido que los momentos de mi vida se
sucedieran y ordenaran como los de una vida recordada. Tanto valdría querer
agarrar al tiempo por la cola.

Jean-Paul Sartre. La Náusea

Loredhi dijo...

Jo, la Reyes no tiene piedad... duro cuestionario. Pero no te olvides, amiga, que no se pasa al segundo sin responder el primerooooo....

Oye, esta nueva tertuliana que se llama la Naúsea sabe mucho, su coment tiene chicha.

Anónimo dijo...

¿Alguna vez pasaste la noche entera escribiendo hasta el amanecer?

No, hasta el amanecer nunca. Morfeo no es muy amigo de la literatura.

¿Alguna vez escribiste bajo los efectos del alcohol? ¿ Cómo fue el resultado?
Se me ocurrieron muchas cosas bajo los efectos del alcohol, sí. La pena es que al día siguiente nunca he logrado recordarlas. Ahora siempre llevo papel y bolígrafo encima, hasta en el bolso de salir de marcha. La cuestión es, ¿ cómo escribir borracha si los dedos cobran su propia vida y ya no hacen caso al cerebro?

¿ Has volcado alguna frustración en tus escritos? ¿ Te atreverías a decirnos cuál?

He volcado muchas de mis frustraciones escribiendo, creo que es la mejor fórmula que conozco para paliarlas. ¿ Alguna frustración? Ese amor de nuestra vida que al final siempre se nos escapa de las manos. ¿ Quién no tiene uno de esos?

¿ Has convertido alguna vez a esa “persona especial” en un personaje de tus escritos?

Sí, ¿ quién no dedicó unas lineas a su personita especial?

¿ Qué carácteristicas de tu personalidad son las que muestras en tus escritos?

La pasión, el entusiasmo, la fuerza, la inteligencia, la humilde sabiduria que pueda poseer, la persistencia... En fin, lo mejor de mi siempre se lo entrego a mis textos. Al menos, lo intento.

¿ Crees que autor y narrador pueden ser personas totalmente diferentes, o piensas que uno absorve al otro y que el otro absorve al uno?

El uno roba y aprende del otro y el otro roba y aprende el uno. No me cabe la menor duda.

¿ Alguna vez escribiste sobre aquello que desearías alanzar y todavía no has conseguido?

¡ Claro! ¿ Quién no?

¿ Qué es para ti la ensoñación?

La ensoñación es la proyección imaginaria de todo aquello que desearíamos tener en nuestra vida. Imaginar que alcanzamos los ingredientes que precisamos para ser felices. Cada cuál desea unos ingredientes distintos.Imaginar es gratis y la mejor terapia para templar el alma.

¿ Alguna vez confundiste la realidad con la ficción que tu misma habías creado?

No. Pero alguna vez me hubiera gustado estar dentro de esa ficción que yo misma había creado.

¿ Qué te produce más placer, un orgasmo o crear un texto del que realmente te sientes orgullosa?

Ambos por igual...¡ Creo! ¿ En verdad es comparable? ¿No será un buen texto el orgasmo del alma?

¿ Te gustaría dejarlo todo y poder dedicarte sólo a escribir, o piensas que la vida es literatura y mucho más?

La vida es literatura y mucho más. Sin todo lo demás,¿ Sobre qué escribiríamos?
Sin las cosas malas de la vida, no buscaríamos cobijo en la literatura.

¿ Vivir para escribir o escribir para vivir?

Ambas por igual.

¿ Qué síntomas notas cuando estás en periodo de absticencia literaria?

Vacío. Desorientación. Desquicio. Apatía. Tristeza. Ansiedad. Perdida de la motivación de logro...

¿ Alguna vez pensaste: No volveré a escribir nunca más?

NUNCA.

Ahora imagina que eres un personaje, que tu vida es una novela y que cada día es una página en blanco que escribir.
Imagínate describiendo los espacios que ves y en los que se desarrolla tu historia. Describe mentalmente a las personas que te acompañan, los dialogos, los conflictos, las emociones que emergen diariamente.
Imaginate siendo la narradora, una voz en off narrando dentro de tu cerebro. Practica este ejercicio durante varios dias y después responde a esta pregunta: ¿ Verdad que nuestra propia vida es algo interesante?
¡ Sin duda alguna!


REYES: Bueno chicas, yo me he mojado. A ver quién más se anima...

María Peiró dijo...

'Ta bien, Reyes, lo responderé con calma. Aunque algunas de las preguntas están más dirigidas a narradoras que a poetas, trataré de contestar por intuición o tratando de recordar los recursos que utilicé en mis escasos relatos.
Y aún te toca mojarte más, recuerda que hay un cuestionario al que todavía no has respondido.
Besets.
María Peiró

Mabel Valero dijo...

Responder con calma y eso sí, cuando Reyes conteste el primer cuestionario. 2009 besos