Polvo de palabras
“Pública y púdica esconde su bigote en el pulmón
de un libro…”
Mabel Valero
Miré al viejo, al desgastado, al falso, al ilusorio,
al pequeño dinosaurio vestido de ocasión,
al cercano y al distante, al hijo oriundo,
al que traía un ajado polvo
y recorría mis pañales para ofertarme un hada,
un barco supurando olas
y un pecho, esqueleto más allá de lo vivido.
Cogí el más alto, el olvidado, el húmedo,
el que acaso público y púdico dejó su bigote en un estante,
prisionero en apariencia, fondo de nadie
pidiendo las manos los talcos los timbres,
la abrasión que espora un hongo, la mancha,
la palabra templada, el verbo que se arriba.
El óxido salió de su saliente, inédito, común,
humificando la cortinilla que se traga el polvo
y amarillea la mirada que te habla, con un olor a agrio,
a caballero de leyenda, a rancio correaje,
a devoto fragmento que se interroga en un saludo.
Mas vi un lomo que me habitaba intermitente,
en prólogo y preludio me miraba, lado a lado
y otra vez al otro, me miraba y me miraba
descalzando su bigote todo cano,
y la conversación urbana se fundió sobre mi hoja
de pulmón, de sabor a leña, y la letra respiró en el aire.
Paloma Ángel
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3 comentarios:
Gran poema, maestra!
Carmen
Vimos, y miramos, y cogimos el meollo en nuestro viernes, y aliñamos un plato de fantasmas chocolate, de agua destilada y palabras italianas.
Un beso, maestra.
María
... y la letra respiró en el aire!!!!
y todas respiramos de ti Paloma, de tus letras y tu fuerza, que no nos falte nunca tu oxígeno wapa!!!! 2009 besos. mabel
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