“mi campo no es tu campo”
Joel Latner
Mi campo no es tu campo, hormigueo, inercia, caminar del 1 al 10, mi velocidad no es tu velocidad. Las percepciones humanas, los andares, centrar la mente en mi cuerpo sinérgico, mente hilada al cuerpo en un campo de velocidad relativa.
Hilos de sangre, la vida es halito del ciclo, agita el cuerpo a la velocidad de la luz, la autenticidad o la robotización se presentan enmascaradas de piedra. Peligro: la decisión marcará tu vida.
Veo los ojos robotizados, los ojos libres, ambos tienen miedo.
Fuego en el fuego y miedo. Ojos libres se levantan de legañas y una lágrima bosteza, sonríe, se vierte en su vida orbitada, mente hilada al cuerpo en un campo de velocidad progresiva, caminar del 1 al 10, la percepción es prioridad, sentir es la premisa. Consecuente el ser humano desayuna verdad come verdad y cena verdad, su antecedente es la órbita de la paz y pura tautología, la máscara es de quita y pon, desnudarse comprende el ocio del fuego, el fuego en la penumbra, las fases de la luna los fractales y la luz de la noche.
Hielo en el hielo y miedo. Ojos robotizados sencillos, malévolos robotizados, levantándose en legaña seca, gruñendo, se vierte en la órbita de la vida ajena, mente hilada al cuerpo en un campo de velocidad inducida, caminar pisando, el poder es prioridad, el poder es la premisa. Inconsecuente el ser humano desayuna mentira come mentira y cena mentira, su antecedente es la órbita de la guerra y pura contradicción, la máscara es permanente, maldecir comprende el ocio del hielo, el hielo en la penumbra, no se nombran la luna y los fractales ni la luz de la noche.
Veo los ojos robotizados, los ojos libres, ambos tienen miedo.
Mi campo no es tu campo, hormigueo, inercia, caminar del 1 al 10, mi velocidad no es tu velocidad. Las percepciones humanas, los andares, centrar la mente en mi cuerpo sinérgico, mente hilada al cuerpo en un campo de velocidad relativa.
Hilos de sangre, la vida es halito del ciclo, agita el cuerpo a la velocidad de la luz, la autenticidad o la robotización se presentan enmascaradas de piedra. Peligro: la decisión marcará tu vida.
Carmen Megias
domingo, 2 de mayo de 2010
viernes, 23 de abril de 2010
Planeta Pezón by Carmen
Regresa abeja a la colmena, reina, poliniza el pecho mientras la miel se deshace grumosa en la peca lunar de la mujer, en el planeta táctil de lo sensible y bello.
Electromagnetismo corporal en el centro de la teta, luna llena delirante sobre il cuore del planeta pezón que se estremece en un movimiento sísmico, en la caricia del rosa, en su enésima estría al placer suave, puntilla abultada cabeza de alfiler y puntilla. Compacto el pezón se amotina contra el frío, a la luz de una vela lengua lame, estremece el movimiento circular, húmedo, cálido, básico y delicado de unos labios virados en torno.
Planeta se solidifica mujer y se yergue demoledora, vencida, acunada en la balada se recuerda bella y se construye en ser, se contradice con su homologo, se ponen de acuerdo con la naturaleza y siente paraísos.
Vibra la palabra en contacto con planeta, vibran los silencios, la penumbra, vibra el entresuelo de las costillas, vibran las abejas polinizando pechos, cristal vibra y vibra el planeta pezón en la colmena, mientras, la miel se deshace grumosa en la peca lunar de la mujer.
Electromagnetismo corporal en el centro de la teta, luna llena delirante sobre il cuore del planeta pezón que se estremece en un movimiento sísmico, en la caricia del rosa, en su enésima estría al placer suave, puntilla abultada cabeza de alfiler y puntilla. Compacto el pezón se amotina contra el frío, a la luz de una vela lengua lame, estremece el movimiento circular, húmedo, cálido, básico y delicado de unos labios virados en torno.
Planeta se solidifica mujer y se yergue demoledora, vencida, acunada en la balada se recuerda bella y se construye en ser, se contradice con su homologo, se ponen de acuerdo con la naturaleza y siente paraísos.
Vibra la palabra en contacto con planeta, vibran los silencios, la penumbra, vibra el entresuelo de las costillas, vibran las abejas polinizando pechos, cristal vibra y vibra el planeta pezón en la colmena, mientras, la miel se deshace grumosa en la peca lunar de la mujer.
martes, 23 de marzo de 2010
Planeta pezón by Loredhi
Noche refugio,
calavera mutante donde los percheros se abren,
prendas de papel sobre la cadera de un cuchillo que grita.
Abrigo noche, piel de asno,
escopetas asomando las narices por el marco de la puerta,
noche cuna, arrullo, almohada vertical del insomne,
noche burbuja de la parturienta sobre una camilla de aullidos,
noche intacta, nueva cada vez, mortaja, nueva cada vez,
asalto a los fondos,
caída que escupe venenos de sus cuencas sin memoria.
Noche desfallecimiento,
velo desempolvando a la novia, a las grietas de unos labios conocidos,
aureola distante, carne y uñas,
noche disparo, punta del iceberg,
escudo de la ira, volcán devorahuesos en la circunvalación del hambre.
Noche y una constelación de pecas bajo el pecho derecho,
noche mundo, pezón del feto, vértigo en los salientes huidizos del doctor,
teta y luna, mundo pezón,
instrumentista de mal agüero analizando la succión del preso.
calavera mutante donde los percheros se abren,
prendas de papel sobre la cadera de un cuchillo que grita.
Abrigo noche, piel de asno,
escopetas asomando las narices por el marco de la puerta,
noche cuna, arrullo, almohada vertical del insomne,
noche burbuja de la parturienta sobre una camilla de aullidos,
noche intacta, nueva cada vez, mortaja, nueva cada vez,
asalto a los fondos,
caída que escupe venenos de sus cuencas sin memoria.
Noche desfallecimiento,
velo desempolvando a la novia, a las grietas de unos labios conocidos,
aureola distante, carne y uñas,
noche disparo, punta del iceberg,
escudo de la ira, volcán devorahuesos en la circunvalación del hambre.
Noche y una constelación de pecas bajo el pecho derecho,
noche mundo, pezón del feto, vértigo en los salientes huidizos del doctor,
teta y luna, mundo pezón,
instrumentista de mal agüero analizando la succión del preso.
lunes, 8 de marzo de 2010
Ángeles Santos
LA VIDA NECESARIA
(A la mujer en el mundo)
(A la mujer en el mundo)
María del Mar Estrella
Hay mujeres que tienes la costumbre de mirar a los ojos.
La sincera costumbre de mirarnos el alma, del revés y para siempre..
Hay mujeres que siempre nos encuentran en el momento justo.
Al borde mismo de la desolación o del fracaso,
y con una sonrisa, una palabra, un mínimo silencio
nos fecundan.
Hay mujeres de luz, de pura raza, de alimento sonoro.
Milagreras silvestres que florecen
entre las bacanales del asfalto.
Hembras de un sólo rostro, que se animan
a dar el corazón como si nada.
Y apenas las descubres, algo crece en tu interior, se expande,
se llena de sonido, de sentido,
de solidaridad invulnerable.
Y si un día se van, se van en lluvia.
En lluvia consistente que guardará nuestra raíz.
Su huella ha de quedar aquí, en este hueco pequeño y solidario,
como queda la huella en la vasija,
rota por el tiempo.
Hay mujeres que alzan la bandera que otras dejan caer.
Mujeres pueblo que reivindican la esperanza.
Porque nunca sabrán su dinastía,
que las bendiga el sol
y lo que dieron;
la vida necesaria.
Hay mujeres que tienes la costumbre de mirar a los ojos.
La sincera costumbre de mirarnos el alma, del revés y para siempre..
Hay mujeres que siempre nos encuentran en el momento justo.
Al borde mismo de la desolación o del fracaso,
y con una sonrisa, una palabra, un mínimo silencio
nos fecundan.
Hay mujeres de luz, de pura raza, de alimento sonoro.
Milagreras silvestres que florecen
entre las bacanales del asfalto.
Hembras de un sólo rostro, que se animan
a dar el corazón como si nada.
Y apenas las descubres, algo crece en tu interior, se expande,
se llena de sonido, de sentido,
de solidaridad invulnerable.
Y si un día se van, se van en lluvia.
En lluvia consistente que guardará nuestra raíz.
Su huella ha de quedar aquí, en este hueco pequeño y solidario,
como queda la huella en la vasija,
rota por el tiempo.
Hay mujeres que alzan la bandera que otras dejan caer.
Mujeres pueblo que reivindican la esperanza.
Porque nunca sabrán su dinastía,
que las bendiga el sol
y lo que dieron;
la vida necesaria.
A mis mujeres y a todas las mujeres del mundo, felicidad para su día y todos los días de sus vidas.
sábado, 13 de febrero de 2010
Confesiones
La vida se mueve, la poesía, se mueve, y yo estoy parada frente a todo, viéndolo pasar ante mí, por mis costados y hasta por mi espalda, sin que apenas un soplo en las cervicales me avise de los acontecimientos. La poesía se mueve inquieta y palpita en las sienes moribundas que ahora malogran mi tiempo, el que se acelera y fluye tan sin sentido a mi alrededor como un vino decantado en el fregadero. La poesía, que es de otros y es la mía, la poesía incierta a veces, rotunda otras, la que espera tiempos mejores, la que vive su esplendor y bebe aplausos, la poesía que empuja con la fuerza de su singularidad, la que no se apega a nadie y algún día hablará desde el pasado, la que muere de pasado y algún día volverá para el futuro. La poesía apasionada que me falta vive hoy contra mis ojos, manchados de interiores.
Sábado 13 de febrero de 2010
Os abrazo a todas y a cada una, os llevo en el recuerdo y os escribo desde este ángulo impreciso y turbio que mi casa ha generado.
martes, 26 de enero de 2010
compartiendo lecturas con mis chicas
Finalista del IV Certamen Internacional de Poesía La lectora impaciente.
Publicado en la web y en un libro papel por "El taller del poeta" y en libro electrónico por APE.
Hace mucho que su lluvia
no recorre mi huracán
Un áspero viento arrojó nuestros soles,
llenos de vacíos caprichosos.
Y desde esa lágrima, no supe más.
Ni de él, ni de su árbol.
Saturó cada perfume con una boca leve,
con fríos ojos débiles,
con dedos infames
y palabra eventual,
perversa,
verde.
Puedo recuperar la evasión,
nuestros símbolos
y nuestra mirada,
ebria de madrugadas injustas.
Pero la pena lapidó el respiro.
Nunca es domingo.
Y ahora, sólo escribo.
Con mis nubes,
entre ciegos,
sin rimas,
repleta de simples silencios.
Lo espero.
Y lloro mientras
evoco sus cielos,
difusos,
muertos,
inquietantes.
Y lo beso con todo el cuerpo.
con cada ángulo de mi sombra,
con las reverendas escamas de mi pelo,
con el cielo encendido de mis labios,
con la infalible tristeza de mi lengua,
y el fuego paternal de mis uñas.
ANACLARA DALLA VALLE
Publicado en la web y en un libro papel por "El taller del poeta" y en libro electrónico por APE.
Hace mucho que su lluvia
no recorre mi huracán
Un áspero viento arrojó nuestros soles,
llenos de vacíos caprichosos.
Y desde esa lágrima, no supe más.
Ni de él, ni de su árbol.
Saturó cada perfume con una boca leve,
con fríos ojos débiles,
con dedos infames
y palabra eventual,
perversa,
verde.
Puedo recuperar la evasión,
nuestros símbolos
y nuestra mirada,
ebria de madrugadas injustas.
Pero la pena lapidó el respiro.
Nunca es domingo.
Y ahora, sólo escribo.
Con mis nubes,
entre ciegos,
sin rimas,
repleta de simples silencios.
Lo espero.
Y lloro mientras
evoco sus cielos,
difusos,
muertos,
inquietantes.
Y lo beso con todo el cuerpo.
con cada ángulo de mi sombra,
con las reverendas escamas de mi pelo,
con el cielo encendido de mis labios,
con la infalible tristeza de mi lengua,
y el fuego paternal de mis uñas.
ANACLARA DALLA VALLE
domingo, 24 de enero de 2010
Me perdonas
"Me perdonas y te digo que por dentro te has caído..."
María Peiró
"Me perdonas y te digo que por dentro te has caído..."
María Peiró
“…Me perdonas, que no me vuelva mientras camino tan derecha que doy miedo”
Lorena del Hierro
“ …Me perdonas, que no cruce a la derecha y que abandone los caminos que se entrecruzan a mi espalda”
Natalia Ruiz de Cenzano
Me perdonas que no me vuelva,
que no cruce a la derecha,
que me estire despedida por la sombra del zapato,
que baile rotunda muñeca si aplasto el aire,
que retuerza amaneceres en las trenzas de este martes
me perdonas,
y te digo que por dentro te has caído.
me perdonas,
y te digo que por dentro te has caído.
Si abrillanto el verde me perdonas
si dibujo soles a lo ancho de pulmones,
si estirpo la menta del aire y respiro,
si robo azules y coso a jirones los no amaneceres,
si fumo flores,
y si escupo al aire…
que me aparte me perdonas.
jueves, 14 de enero de 2010
Hambre
La noche se luna,
un bostezo de hambre abre al hombre,
se retuerce el hambre que abre al hombre,
se cuela la hembra,
amarillas las huellas que deja la hembra
y hay hambre en los huesos del hombre.
Se abre de fuego el vientre del hambre
si lame la hembra el feudo del hombre,
se prende la tierra en el nombre del padre
y los pies de la muerte …
se deja llover,
relame los huesos la negra costilla,
la masa la sangre
hay carne en el aire y reza la muerte en la boca del hambre.
sábado, 9 de enero de 2010
Me siento y recopilo silencios enormes
Tic, tac, el tiempo, las raíces que me amarran loca en este trance.
Construirme huérfana de raíces, amarre que me instala en lo que formo parte, chupóptero de espacios, chupóptero de tiempo, fusión de esqueletos donde converjo. Respiro del aire que otros respiran, mate inhalar sorda, exhalar, sola. Sorda de soledad en el espacio. El entorno caldera y la sordera me infunden retroceso, tic tras tac, abrir cada cerrojo que une organismo y raíces, abrir cerrojo, unir raíces.
Lo que queda es herida, casi cicatriz, ningún pendiente adorna ya el ombligo, nadie vigila la existencia, la no presencia, la voz, el reloj pedazos del panal, mis costumbres en su olor, un ser que dejo de existir humanamente y tomó una postura más liviana.
Odio el reloj, ruido que me marca cada segundo, cada segundo ingratitud de la hora exacta. Reloj redondo de pared, el inútil tic me recuerda que estoy parada, que he crecido hacia dentro, tengo que cortar raíces, cortar raíces, cortar… El sosiego es imposible, imposible siento sus montículos de tierra, cruje el omoplato, cuello rectus, intestino grueso…odio ese reloj. Descuelgo el tac de la pared y le saco la pila, descanso gris raíces, desenroscarlas, temo romper algún órgano vital, deshacer los nudos y cada día revierte encrucijada, un traspié…cada día encrucijada y órgano vital.
Debajo de las ojeras recopilo raíces, debajo de las lágrimas el tiempo. Debajo de las lágrimas el tiempo.
Raíces delgaduchas se enroscan en otras gruesas, aferradas al interior, al tic tac, las raíces que me amarran saben abrir ventanas, puertas, mover los labios, los labios no emiten sonido en el silencio catacumba de un reloj sobre la mesa. Recopilo ecosistemas, me crispo en la falta de pellejo, no ser, qué hacer, ser en continuo desaliño, dejo crecer las ojeras, me despeino y lloro, hace humedad en mi cuerpo de invernadero, ser o no ser raíces delgaduchas. Aferrada al tic tac abro ventanas, abro puertas y muevo los labios, los gritos retumban el silencio de un reloj.
Agujas, tac, puntas, humus. Raíces de queroseno me estiran hacia un ecosistema cálido y mojado, la humedad ramifica tic en las fronteras con la piel, vibra el reloj sobre la mesa, tic tras, ser en continuo desaliño, dejar crecer tac las ideas, despeinarse y vibrar y ser, aferrarse al calor, no ser raíces delgaduchas, aferrarse al latido.
Me siento y recopilo silencios enormes. Recopilo pasos, registro cajones, relamo el esqueleto de letras que me cobijan mujer y costumbre, deshago lenta las raíces del tiempo convertido en cerrojos, hilvano de tierra el agujero que ha dejado, desenredo las ojeras, las arrugas, el tic de las ideas, los recuerdos, crujidos, desenredo el horizonte olor de su cuello, las manos torpes de botones, recopilo agua sobre la lengua terrosa.
Me siento y recopilo silencios enormes.
Tic, tac, el tiempo, alimento de raíces que me enganchan infinito, el silencio de un ser que ha echado raíces y riega, que converge a modo de tic tac, a modo de agujas marcando el paso del tiempo que pasa y no pasa, tic, tac, el tiempo, las raíces que me amarran loca en este trance. Tic, tac, el tiempo…
Carmen Megias
Construirme huérfana de raíces, amarre que me instala en lo que formo parte, chupóptero de espacios, chupóptero de tiempo, fusión de esqueletos donde converjo. Respiro del aire que otros respiran, mate inhalar sorda, exhalar, sola. Sorda de soledad en el espacio. El entorno caldera y la sordera me infunden retroceso, tic tras tac, abrir cada cerrojo que une organismo y raíces, abrir cerrojo, unir raíces.
Lo que queda es herida, casi cicatriz, ningún pendiente adorna ya el ombligo, nadie vigila la existencia, la no presencia, la voz, el reloj pedazos del panal, mis costumbres en su olor, un ser que dejo de existir humanamente y tomó una postura más liviana.
Odio el reloj, ruido que me marca cada segundo, cada segundo ingratitud de la hora exacta. Reloj redondo de pared, el inútil tic me recuerda que estoy parada, que he crecido hacia dentro, tengo que cortar raíces, cortar raíces, cortar… El sosiego es imposible, imposible siento sus montículos de tierra, cruje el omoplato, cuello rectus, intestino grueso…odio ese reloj. Descuelgo el tac de la pared y le saco la pila, descanso gris raíces, desenroscarlas, temo romper algún órgano vital, deshacer los nudos y cada día revierte encrucijada, un traspié…cada día encrucijada y órgano vital.
Debajo de las ojeras recopilo raíces, debajo de las lágrimas el tiempo. Debajo de las lágrimas el tiempo.
Raíces delgaduchas se enroscan en otras gruesas, aferradas al interior, al tic tac, las raíces que me amarran saben abrir ventanas, puertas, mover los labios, los labios no emiten sonido en el silencio catacumba de un reloj sobre la mesa. Recopilo ecosistemas, me crispo en la falta de pellejo, no ser, qué hacer, ser en continuo desaliño, dejo crecer las ojeras, me despeino y lloro, hace humedad en mi cuerpo de invernadero, ser o no ser raíces delgaduchas. Aferrada al tic tac abro ventanas, abro puertas y muevo los labios, los gritos retumban el silencio de un reloj.
Agujas, tac, puntas, humus. Raíces de queroseno me estiran hacia un ecosistema cálido y mojado, la humedad ramifica tic en las fronteras con la piel, vibra el reloj sobre la mesa, tic tras, ser en continuo desaliño, dejar crecer tac las ideas, despeinarse y vibrar y ser, aferrarse al calor, no ser raíces delgaduchas, aferrarse al latido.
Me siento y recopilo silencios enormes. Recopilo pasos, registro cajones, relamo el esqueleto de letras que me cobijan mujer y costumbre, deshago lenta las raíces del tiempo convertido en cerrojos, hilvano de tierra el agujero que ha dejado, desenredo las ojeras, las arrugas, el tic de las ideas, los recuerdos, crujidos, desenredo el horizonte olor de su cuello, las manos torpes de botones, recopilo agua sobre la lengua terrosa.
Me siento y recopilo silencios enormes.
Tic, tac, el tiempo, alimento de raíces que me enganchan infinito, el silencio de un ser que ha echado raíces y riega, que converge a modo de tic tac, a modo de agujas marcando el paso del tiempo que pasa y no pasa, tic, tac, el tiempo, las raíces que me amarran loca en este trance. Tic, tac, el tiempo…
Carmen Megias
viernes, 1 de enero de 2010
ESPECTANTE 2010
Brindar se viene a decir
de aquello que nos convoca
que nos alumbra en la boca
con las ganas de vivir.
Brindar es como sentir
que nos llega la fortuna
cuando la copa se acuna
en el gesto de brindar
y el cristal suena al chocar
y de males nos vacuna.
Por eso...
Brindo por este nuevo año,
por que nos traiga alegría,
mucha salud, poesía,
y de riquezas un baño.
Brindo porque ningún daño
arañe vuestros proyectos,
porque se llene de afectos
vuestro corazón y el mío,
porque la vida, en su brío,
nos traiga días perfectos.
de aquello que nos convoca
que nos alumbra en la boca
con las ganas de vivir.
Brindar es como sentir
que nos llega la fortuna
cuando la copa se acuna
en el gesto de brindar
y el cristal suena al chocar
y de males nos vacuna.
Por eso...
Brindo por este nuevo año,
por que nos traiga alegría,
mucha salud, poesía,
y de riquezas un baño.
Brindo porque ningún daño
arañe vuestros proyectos,
porque se llene de afectos
vuestro corazón y el mío,
porque la vida, en su brío,
nos traiga días perfectos.
¡UN GRAN 2010 PARA TODOS!
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