sábado, 13 de febrero de 2010

Confesiones

La vida se mueve, la poesía, se mueve, y yo estoy parada frente a todo, viéndolo pasar ante mí, por mis costados y hasta por mi espalda, sin que apenas un soplo en las cervicales me avise de los acontecimientos. La poesía se mueve inquieta y palpita en las sienes moribundas que ahora malogran mi tiempo, el que se acelera y fluye tan sin sentido a mi alrededor como un vino decantado en el fregadero. La poesía, que es de otros y es la mía, la poesía incierta a veces, rotunda otras, la que espera tiempos mejores, la que vive su esplendor y bebe aplausos, la poesía que empuja con la fuerza de su singularidad, la que no se apega a nadie y algún día hablará desde el pasado, la que muere de pasado y algún día volverá para el futuro. La poesía apasionada que me falta vive hoy contra mis ojos, manchados de interiores.


Sábado 13 de febrero de 2010


Os abrazo a todas y a cada una, os llevo en el recuerdo y os escribo desde este ángulo impreciso y turbio que mi casa ha generado.

1 comentario:

Eva Gaos dijo...

Tengo un electrodomestico mágico, doñita, que deja los ojos limpios, las manos abiertas, al poco del uso consigue una sonrisa, hay quien le llama espejo... al principio cuesta pero al final, si te miras de frente no hay polvo que se resista!!!

Muuuuaaaaaa.