martes, 6 de octubre de 2009

A pesar de hoy me levanto
y calzo de tacones la vida, me arrastro de ombligos,
me desclavo el pellejo y lo pliego haciendo barquitos
que lanzo a la calle.
Aún siendo hoy, la culebra que me sujeta suda veneno,
el tiempo se repele entre relojes y me ametralla estaciones,
sucede que hoy, soy redonda redonda y pincho…
que el rojo me tiembla y hay luz de duda en lo blanco de los ojos.

Hoy es hoy y se abre la mano del mundo
para recoger los pecados de Dios, gorda la mano que maneja el cielo
y derrama semaforos donde yacer.
Hoy tengo las branquias oxidadas de tanto mar,
me duele el pie de caminar a medias,
y duelen muertos los que me clavan pinceles en lo alto del pecho,
entre el perfil maravilla y el culo de mono que late a un lado,
porque hoy el camarero no me entiende y tengo hambre,
y la mano flaca es combate derribo que me llena la vitrina de huellas por limpiar,
que tengo la lengua llena de miedo, el centro a borrones de noche
y la sangre se me espesa de seda,
es que hoy se me engancha la grieta en la cintura
y esputo lirios por las puntas de la estrella anorexica que fui,

Es hoy, que olvide masticar los azules y eructo descredo al vomitar de vida,
hoy, que soy redonda redonda y pincho.

2 comentarios:

María Peiró dijo...

Aguien diría: ¡Cómo creces...! Y yo me siento pequeña.

Anónimo dijo...

Estaba pensando lo mismo que Juana, que alguien diría: cómo crece la pingüina! y yo digo: qué auténtica!!

besos de lluvia

ines