"...hibernan las manos
a la hora injusta"
Mabel Valero
Un reloj de cuero nos golpea y suda entre las manos,
amamos, aprendemos y ahuecamos cada almohada que se duerme en nuestro pelo.
Hablamos y entendemos, perdonamos y vivimos para ver la duda de mañana.
Juzgamos, consentimos, llegamos a bañarlo todo en las edades
y el reloj araña el tiempo que perdemos en buscarlo.
Nos restriega con su arena de reloj, vamos en sus manecillas,
su cristal nos guarda el punto de la cita sorda,
andamos con su sombra, la callamos y olvidamos al momento,
estamos en su esfera sin mirar,
en su tiempo, que se acaba cuando a él llegamos esculpidos.
estamos en su esfera sin mirar,
en su tiempo, que se acaba cuando a él llegamos esculpidos.
1 comentario:
Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado en el que se pudo.
No es mía la frasecita pero sí muy cierta. Te felicito por el poema. 2009 besos. Mabel
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