Que camine el ciego, y que sangre sus pisadas el latido,
que escupa lo que queda de malo la acera que arde insomne bajo el vertical del muslo. Que sangre sordo el deambular de una digestión de agua, de polvo triturado con las muelas, que busque un par al niño que busca en otro par a la madre.
Que la nostalgia se sude entre las sábanas, es la marca de un sueño en la esquina de un libro de noche, y que vaya y venga tu cincel, vaivén de ritmos enarbolando un resquicio de llamada, de humanoide lúgubre sentado frente al lago y tirando piedras y contando los anillos que se forman hasta llegar al número par del otro zapato que aún duerme.
domingo, 17 de mayo de 2009
Zapatos
"...y que sangren las aceras aunque vagues dentro de una huella impalpable. " Paloma Angel
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6 comentarios:
Hay veces en que una omisión resulta más elocuente que una mención.
Porque... es curioso, ¿no? En un blog como este uno esperaba, no sé, una necrológica, un comentario, unas palabras... Me refiero a la reciente muerte de Benedetti.
Quizá Gilbert Becaud exageraba al decir que, cuando el poeta muere, Le monde entier pleurait.(Loredhi, disculpa que use esta entrada, es que yo no puedo iniciar una nueva).
Tienes razón, Vicent. Elegante y justificado tirón de orejas.
¿Benedetti muerto? No, que va. ¿Cuándo ha muerto un poeta? Los poetas permanecen en nuestros libros, en nuestras voces, en nuestros corazones de poeta. Los poetas viven incluso a su pesar. Los poetas sólo pierden su envoltura y sólo con su carne puede la muerte, del resto, cuidamos nosotros, sus amantes.
Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar descifrándote
sola sin mi pregunta
a ciegas sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas a pie juntillas todo
no creas nunca creas este falso abandono
estaré donde menos lo esperes
por ejemplo en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano horizonte
sin horas en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar de tu sueño
en la red esperando tus ojos
y mirándote.
Chau Número Tres, Mario Benedetti
Que la nostalgia se sude entre las sábanas, es la marca de un sueño en la esquina de un libro de noche...Son unas imágenes preciosas...
Ya sabes, suspendí en la clase de prosa poética, pero de cualquiera manera que se ponga en un folio, tu texto es, sino un poema, sí pura poesía.
Y perdóname a mi también, Loredhi, pero el rapapolvo de Vicent me ha impelido a una rápida respuesta, lo mismo que a ti, aunque algo más contundente ;-)
Besazo.
Juana Pérez! Te nombro mi Dartañana particular! Me quito el sombrero aunque no lleve, que me compro uno adrede para la ocasión.
Tu nueva imagen es muy sugerente. Juana Pérez emerge.
P.D. (Para mis adentros). Esta mujer es demasiado grande. Me supera.
Vicent dijo...
Hay veces en que una omisión resulta más elocuente que una mención.
A ver Vicent, personalmente creo que con cualquier otro poeta, hasta con el mismísimo Cesar Vallejo, habría pasado lo mismo, ya que, repito, creo, que simplemente estamos tan sumidas cada una en nuestra propia vida o intento de vivir... que encontrar tiempo para, simplemente, comentar que un gran poeta ha muerto nos resulta, no se.... no tenemos tiempo!!!
2009 besos a repartir, para ti y todas las chicas
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