Como a mis veinte años,
otra vez
a los cuarenta y tantos,
el sentimiento de poder.
Desde mis entrañas
floraciones de colores intensos
se alzan y reverdecen.
Veo el mundo
desde una cima donde el aire es liviano
y donde bacantes
entonan cantos
a los placeres exquisitos de la carne.
Diosas magníficas y sabias
me muestran el erotismo
que existe más allá de la piel,
en la plenitud de la vida.
Con el pasado a mis pies,
león manso y domesticado.
Con el futuro abierto,
al otro lado,
desafío vientos y tempestades.
Hay suficiente temple en mis largos dedos
para tomar las bridas de rebeldes corceles
o irme flotando con los unicornios,
a recorrer las noches de luna.
Soy magnífica,
Templo enhiesto de mis elementos
altar de aire, de fuego,
mujer de agua y de tierra.
Gioconda Belli
Este poema es un regalo que me han hecho por mi cincuenta cumpleaños y he querido compartirlo con todas vosotras, mis magníficas mujeres.
3 comentarios:
Muchas gracias y felicidades, mujer maestra...
Te leo explendida, poeta. gracias por compartir.
Carmen
Te felicito y te deseo que sigas tomando las bridas de rebeldes corceles y recorras las noches de luna con la magia de tus versos.
Felicidades.
Publicar un comentario