Lina Zerón. Mexicana, 1959.
Estudió Relaciones Internacionales en la ENEP Acatlán, UNAM. Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, alemán, italiano, catalán, portugués, servio, ruso, esloveno, italiano, árabe, rumano, holandés y mongol. Cuenta con numerosos reconocimientos, entre ellos: Doctora Honoris Causa por la Universidad de Tumbes Perú, 2007. Profesora Honoraria de Escuela de Posgrado por la Universidad Alcides Carrión, Perú, 2008. Medalla de Oro a la poeta extranjera mas valiosa, en Montevideo, Uruguay, 2003, otorgada por el Departamento de Pelotas, Brasil, 2do. Lugar de poesía Melilla, España por su libro Vino Rojo en 2003. Fue galardonada como “Mujer del Año 2002” en el Estado de México por su trayectoria poética. Finalista “Relatos de Mujer” La Lectora impaciente, España, 2005. Poeta de honor en los talleres de traducción de Claude Couffon, Bretaña, Francia, 2002. Obtuvo la presea “Guerrero Águila” por el Círculo de oradores de México. Junio 2005. Designada como “Honorary member of the bilingual literature for peace”, (Miembro honorario de “Literatura bilingüe por la paz en USA). BILINGUAL MCA POETS & WRITERS FOR PEACE, USA. Feb. 2006. Mención honorífica en el 5to Certamen de Poesía y Cuento breve en ambos rubros, “Mis Escritos”, Argentina, marzo 2006. Finalista del Permio Victor Varela Mora, Caracas, Venezuela por obra publicada. Mayo 2006. Invitada de honor junto con Ernesto Cardenal y Raúl Zurita al 75 aniversario de la Sociedad de Escritores de Chile. Santiago, noviembre 2006. Su poema Un Gran País, aparece en el libro de Texto: “Curso de Literatura y Lengua Española” Décimo curso, en Nicaragua, a partir del 2006. Mención honorífica en el Primer Certamen de Poesía Libre de Artesanías Literarias, Argentina, 2007. Finalista VII Premio Relatos Breves, Universidad Popular de Palencia, España. 2008.Ha sido jurado entre otros de: Premio Sonora de Poesía 2007, Premio de poesía erótica, Perú, 2008, Jueza de los Certámenes de poesía y declamación de CETIS y CEBETIS, de 2003 a 2006.
Minicrónicas de Listón y otros cuentos
Editorial Nido de Cuervos 2007
Web de Lina Zerón
domingo, 15 de marzo de 2009
lunes, 9 de marzo de 2009
sábado, 7 de marzo de 2009
viernes, 6 de marzo de 2009
Y un dos tres, de Leyre Ochoa Catalán
***
Y un dos tres el crepúsculo marcha de pie
y un dos, un dos se toca la boca necia,
y un dos tres un dos tres sacada a fuerza de garfio y grito y
uno dos y uno dos...
Un dos tres el crepúsculo en tienda entra,
uno dos uno dos lame la tierra hiedra de un vaso, un dos tres
un dos tres
desvive el asco del número, tres y uno dos y uno dos, por la
salida un dos tres,
un dos tres calando el rayo y uno dos y uno dos en su
escapada a caballo trote,
y un dos tres, un dos tres por las montañas y uno dos y uno
dos...
Dos un dos palpita un crepúsculo aguado,
gladiador sangrando tres de su venida ira dos un dos y triple,
prominente dos y dos y tres permanentemente y mente
escudo y tos,
dos un dos y dios en dios y un uno en un guerrero
tres por uno y uno dos y uno dos, en uno y dios que cae..
***
Porque el corazón recita ritmo, y música y poesía siempre se han complementado. Un pequeño homenaje para la niña de nuestros ojos.
María Peiró
Y un dos tres el crepúsculo marcha de pie
y un dos, un dos se toca la boca necia,
y un dos tres un dos tres sacada a fuerza de garfio y grito y
uno dos y uno dos...
Un dos tres el crepúsculo en tienda entra,
uno dos uno dos lame la tierra hiedra de un vaso, un dos tres
un dos tres
desvive el asco del número, tres y uno dos y uno dos, por la
salida un dos tres,
un dos tres calando el rayo y uno dos y uno dos en su
escapada a caballo trote,
y un dos tres, un dos tres por las montañas y uno dos y uno
dos...
Dos un dos palpita un crepúsculo aguado,
gladiador sangrando tres de su venida ira dos un dos y triple,
prominente dos y dos y tres permanentemente y mente
escudo y tos,
dos un dos y dios en dios y un uno en un guerrero
tres por uno y uno dos y uno dos, en uno y dios que cae..
***
Porque el corazón recita ritmo, y música y poesía siempre se han complementado. Un pequeño homenaje para la niña de nuestros ojos.
María Peiró
TERTULIA DE LEYRE
Hola Chicas:
Fue una pena todas las que os perdisteis la tertulia de anoche. Paloma, Lorena, Lucía, Lola Pan, Gloria, Natalia... Leyre apunta maneras, y de qué manera!
Leyre, me gustaría poder añadir algo más, pero me dejaste sin palabras. Creo que todos disfrutamos mucho de tus poemas y de tu desparpajo y tu frescura para explicarnos cada cosa que ibas leyendo. ¡¡¡¡¡¡¡ ENHORABUENA!!!!!!!!!
Reyes.
Fue una pena todas las que os perdisteis la tertulia de anoche. Paloma, Lorena, Lucía, Lola Pan, Gloria, Natalia... Leyre apunta maneras, y de qué manera!
Leyre, me gustaría poder añadir algo más, pero me dejaste sin palabras. Creo que todos disfrutamos mucho de tus poemas y de tu desparpajo y tu frescura para explicarnos cada cosa que ibas leyendo. ¡¡¡¡¡¡¡ ENHORABUENA!!!!!!!!!
Reyes.
jueves, 5 de marzo de 2009
Pasos
Para Paloma y todo el akelarre en noche...
La noche oye pasos, otra vez, en la cocina,
espuelas que golpean las sienes,
que hunden el oído derecho en la almohada,
la noche oye pasos,
alguien busca en el cajón de las pesadillas un cuchillo,
los movimientos ligeros,
puede ser un hombre
una mujer flaca intensa,
una mano recorriendo el vello de la semidormida, un escalofrío puede ser
la noche, oye pasos, otra vez, en la cocina,
no hay nadie más en la casa
nadie más, el colchón ahoga el oído sobre la derecha,
pasos que se detienen,
el llanto de un niño que habita detrás de los muros de la mujer que no mira,
que permanece inmóvil,
en silencio,
respirando su respiración contra la sábana,
llorando el techo del paladar,
manchas de sangre y una almohada que ha dejado de latir la noche,
oye pasos, otra vez, en la cocina, otra vez el niño llora, detrás, otra vez el frío…
Loredhi
La noche oye pasos, otra vez, en la cocina,
espuelas que golpean las sienes,
que hunden el oído derecho en la almohada,
la noche oye pasos,
alguien busca en el cajón de las pesadillas un cuchillo,
los movimientos ligeros,
puede ser un hombre
una mujer flaca intensa,
una mano recorriendo el vello de la semidormida, un escalofrío puede ser
la noche, oye pasos, otra vez, en la cocina,
no hay nadie más en la casa
nadie más, el colchón ahoga el oído sobre la derecha,
pasos que se detienen,
el llanto de un niño que habita detrás de los muros de la mujer que no mira,
que permanece inmóvil,
en silencio,
respirando su respiración contra la sábana,
llorando el techo del paladar,
manchas de sangre y una almohada que ha dejado de latir la noche,
oye pasos, otra vez, en la cocina, otra vez el niño llora, detrás, otra vez el frío…
Loredhi
martes, 3 de marzo de 2009
BURNOUT
...Corredor de la muerte, el loco duerme y nadie vuela sobre el nido del cuco. Canto y llanto enajenado que retumba en la tumba de la cordura, en el aborto del gen que no brota y rebota y no alcanza el umbral del cerebro normal. Sonrisa inmotivada provocada en la boca que muerde la alucinación....
Reyes Gómez Pérez
Reyes Gómez Pérez
Golpe de línea
La estructura de las líneas
en el universo,
en la holgura de una canción
y una mendiga
golpeando el cristal de un coche
sobresalta el mundo,
el hambre,
la vejiga llena en medio de la noche.
Se vende el hombre,
la inmensidad,
la mesa de un café,
un sol naranja y un trance
se encuentran en la tizna
de un mundo enjuto,
sangra la conciencia y
lloran las manos llenas.
Late un fuego
en las costillas de un cartón,
se agazapa la penuria entre dos líneas
y espera células nuevas,
se traspapela y respira hacia dentro,
acaricia la destreza de su hechura,
se traslada a otra hendidura
de cuclillas y sus dedos se agrietan,
tiembla la vida en pelvis,
cotidianiza la exigencia
y se redime de vejar el universo.
La estructura del dolor en la clavícula,
en la holgura del placer anónimo,
el temor de una vertiente
y un tropezón de líneas y de asfalto,
una puerta que se entorna
en un sueño que se enreda a un paso y un bolígrafo de hielo.
Carmen Megias
en el universo,
en la holgura de una canción
y una mendiga
golpeando el cristal de un coche
sobresalta el mundo,
el hambre,
la vejiga llena en medio de la noche.
Se vende el hombre,
la inmensidad,
la mesa de un café,
un sol naranja y un trance
se encuentran en la tizna
de un mundo enjuto,
sangra la conciencia y
lloran las manos llenas.
Late un fuego
en las costillas de un cartón,
se agazapa la penuria entre dos líneas
y espera células nuevas,
se traspapela y respira hacia dentro,
acaricia la destreza de su hechura,
se traslada a otra hendidura
de cuclillas y sus dedos se agrietan,
tiembla la vida en pelvis,
cotidianiza la exigencia
y se redime de vejar el universo.
La estructura del dolor en la clavícula,
en la holgura del placer anónimo,
el temor de una vertiente
y un tropezón de líneas y de asfalto,
una puerta que se entorna
en un sueño que se enreda a un paso y un bolígrafo de hielo.
Carmen Megias
Terquedad y planeta tierra
Viene pisando hombres la terquedad superlativa,
viene pi hombre san que vas pisando,
vertiendo agua en su totalidad pitagórica
apretando las costillas terca,
viene, pisando vidas la terquedad,
construyendo murallas entre sus ojos y los tuyos viene,
afilada, embustera… creando silencios esdrújulos,
camina humo terquedad por las pupilas,
cumbre del pensamiento laberíntico
que miliciano zarpa,
bucea, extirpa, se relame terquedad en su laberinto,
ciclo de caminos humanos inviables,
ortiga del querer, sacrilegio de lo obtuso en sus cimientos,
gemido del animal derrotado, aire en falta.
Echa de menos la concordancia y afila sus colmillos
construyendo un monumento de lo terco,
lo inconcluso, invisibles de este mundo
retorcido, vencido en la palabra,
la verdad a contra tiempo y tempo de un poema,
revivir de las especies nunca, de los escarabajos siempre
tentando el paseo de mañana prostituta,
los diez grados de paciencia del hombre degradado,
diez grados, nueve nieve, ocho siete y breve viene
la terquedad obstinada en seis,
comiendo del cinco y vendo piedras,
sedentaria, exquisita está cazando esquinas,
torpe, extirpa del Quijote el caballero del Sancho leal,
lee dulce dulcinea el periódico del día
y agua y mejillas rosadas,
rosa y dulcinea llora mientras relincha rocinante,
y roza la violencia de género tinta, sobre papel gris,
se vicia el sexo de terquedad y miedo,
se vicia el hombre de penuria y la mujer grita
magullada triste, miel para la herida
martillo con que derribar el muro de la ausencia,
aupar la duda del indeciso, rematar el cuerpo de la fémina
que deshace su sexo en un ovillo de olvido laberinto terco de la vida.
Carmen Megias
viene pi hombre san que vas pisando,
vertiendo agua en su totalidad pitagórica
apretando las costillas terca,
viene, pisando vidas la terquedad,
construyendo murallas entre sus ojos y los tuyos viene,
afilada, embustera… creando silencios esdrújulos,
camina humo terquedad por las pupilas,
cumbre del pensamiento laberíntico
que miliciano zarpa,
bucea, extirpa, se relame terquedad en su laberinto,
ciclo de caminos humanos inviables,
ortiga del querer, sacrilegio de lo obtuso en sus cimientos,
gemido del animal derrotado, aire en falta.
Echa de menos la concordancia y afila sus colmillos
construyendo un monumento de lo terco,
lo inconcluso, invisibles de este mundo
retorcido, vencido en la palabra,
la verdad a contra tiempo y tempo de un poema,
revivir de las especies nunca, de los escarabajos siempre
tentando el paseo de mañana prostituta,
los diez grados de paciencia del hombre degradado,
diez grados, nueve nieve, ocho siete y breve viene
la terquedad obstinada en seis,
comiendo del cinco y vendo piedras,
sedentaria, exquisita está cazando esquinas,
torpe, extirpa del Quijote el caballero del Sancho leal,
lee dulce dulcinea el periódico del día
y agua y mejillas rosadas,
rosa y dulcinea llora mientras relincha rocinante,
y roza la violencia de género tinta, sobre papel gris,
se vicia el sexo de terquedad y miedo,
se vicia el hombre de penuria y la mujer grita
magullada triste, miel para la herida
martillo con que derribar el muro de la ausencia,
aupar la duda del indeciso, rematar el cuerpo de la fémina
que deshace su sexo en un ovillo de olvido laberinto terco de la vida.
Carmen Megias
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