Noche refugio,
calavera mutante donde los percheros se abren,
prendas de papel sobre la cadera de un cuchillo que grita.
Abrigo noche, piel de asno,
escopetas asomando las narices por el marco de la puerta,
noche cuna, arrullo, almohada vertical del insomne,
noche burbuja de la parturienta sobre una camilla de aullidos,
noche intacta, nueva cada vez, mortaja, nueva cada vez,
asalto a los fondos,
caída que escupe venenos de sus cuencas sin memoria.
Noche desfallecimiento,
velo desempolvando a la novia, a las grietas de unos labios conocidos,
aureola distante, carne y uñas,
noche disparo, punta del iceberg,
escudo de la ira, volcán devorahuesos en la circunvalación del hambre.
Noche y una constelación de pecas bajo el pecho derecho,
noche mundo, pezón del feto, vértigo en los salientes huidizos del doctor,
teta y luna, mundo pezón,
instrumentista de mal agüero analizando la succión del preso.
martes, 23 de marzo de 2010
lunes, 8 de marzo de 2010
Ángeles Santos
LA VIDA NECESARIA
(A la mujer en el mundo)
(A la mujer en el mundo)
María del Mar Estrella
Hay mujeres que tienes la costumbre de mirar a los ojos.
La sincera costumbre de mirarnos el alma, del revés y para siempre..
Hay mujeres que siempre nos encuentran en el momento justo.
Al borde mismo de la desolación o del fracaso,
y con una sonrisa, una palabra, un mínimo silencio
nos fecundan.
Hay mujeres de luz, de pura raza, de alimento sonoro.
Milagreras silvestres que florecen
entre las bacanales del asfalto.
Hembras de un sólo rostro, que se animan
a dar el corazón como si nada.
Y apenas las descubres, algo crece en tu interior, se expande,
se llena de sonido, de sentido,
de solidaridad invulnerable.
Y si un día se van, se van en lluvia.
En lluvia consistente que guardará nuestra raíz.
Su huella ha de quedar aquí, en este hueco pequeño y solidario,
como queda la huella en la vasija,
rota por el tiempo.
Hay mujeres que alzan la bandera que otras dejan caer.
Mujeres pueblo que reivindican la esperanza.
Porque nunca sabrán su dinastía,
que las bendiga el sol
y lo que dieron;
la vida necesaria.
Hay mujeres que tienes la costumbre de mirar a los ojos.
La sincera costumbre de mirarnos el alma, del revés y para siempre..
Hay mujeres que siempre nos encuentran en el momento justo.
Al borde mismo de la desolación o del fracaso,
y con una sonrisa, una palabra, un mínimo silencio
nos fecundan.
Hay mujeres de luz, de pura raza, de alimento sonoro.
Milagreras silvestres que florecen
entre las bacanales del asfalto.
Hembras de un sólo rostro, que se animan
a dar el corazón como si nada.
Y apenas las descubres, algo crece en tu interior, se expande,
se llena de sonido, de sentido,
de solidaridad invulnerable.
Y si un día se van, se van en lluvia.
En lluvia consistente que guardará nuestra raíz.
Su huella ha de quedar aquí, en este hueco pequeño y solidario,
como queda la huella en la vasija,
rota por el tiempo.
Hay mujeres que alzan la bandera que otras dejan caer.
Mujeres pueblo que reivindican la esperanza.
Porque nunca sabrán su dinastía,
que las bendiga el sol
y lo que dieron;
la vida necesaria.
A mis mujeres y a todas las mujeres del mundo, felicidad para su día y todos los días de sus vidas.
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